viernes, 12 de marzo de 2010

Tragedia en Chile

Reciban un gran saludo en estos días de dolor, miedo y desesperanza para muchos. Hemos sido golpeados por nuestra madre naturaleza y, como suele ocurrir, muchos han perdido la vida, otros muchos sus bienes, seres queridos y la mayoría hemos perdido la paz y tranquilidad que teníamos antes de este evento.

Las catastrofes naturales nos suelen recordar lo frágiles que somos, la finitud de nuestra vida y especialmente nuestra condición de creaturas, somos una especie más que habita en este mundo. Así como cayeron muchos de nuestros hogares, cae también nuestra extraña creencia de omnipotencia, olvidamos nuestra raiz más natural que nos une a la gran comunidad de biodiversidad que abunda en nuestro planeta.

En el contexto de lo ocurrido, es natural sentir miedo, estar agotados, es normal que los recuerdos de aquella fatídica noche regresen una y otra vez a nuestra mente. Sin embargo, hay que ponerse de pié y levantar nuevamente nuestras vidas. La gran pregunta es ¿Cómo hacer esto?

No conozco del todo la respuesta a esa interrogante. Por el momento estoy meditando acerca de la segunda oportunidad que Dios o la vida me dio para seguir adelante. Y pienso ¿Qué debe cambiar en vida? ¿Todo debe seguir siendo como antes? ¿Qué debo hacer con esta segunda oportunidad? Por ahora la respuesta a estas interrogantes ha sido "ayuda"... Ayuda a los que están peor que ti, alguien siempre necesita una mano amiga para levantarse, un hombro donde apoyar la cabeza, un par de brazos para remover escombros.

Ojalá muchos pudieran valorar el seguir con vida y que esta valoración nos abra al sufrimiento de los demas y a la solidaridad.

A todos(as) un gran abrazo.

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